El Mind Tricks de esta semana lo he dedicado a un debate que lleva años apareciendo en reuniones, foros y conferencias de innovación, comunicación y marketing: ¿Va a morir la televisión o está más viva que nunca?
Además encontrarás lecturas sobre el fenómeno de los “Meme Stocks”, la tiranía de Apple o como un grupo de personas desde el salón de su casa influyen en la valoración de los futbolistas top. Y al final, un descubrimiento tardío de la animación del futuro.
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16 vueltas de ventaja
Hace unos días Silvio González Moreno, el CEO de Atresmedia, hizo estas polémicas declaraciones en un evento:
"Twitch y los podcasts son fenómenos marginales y la televisión les saca 16 vueltas de ventaja."
Obviamente sus palabras han causado bastante revuelo en redes sociales, sobre todo entre los fervientes defensores de las plataformas digitales. Las reacciones más comunes pueden resumirse, como siempre, con un comentario anónimo:
“Todos los popes del establishment televisivo están o bien acojonados de verdad, o bien en fase de negación. La TV tal y como la conocemos y conocimos está muerta aunque ella aún no lo sepa o no lo quiera saber.”
Y es en esta tensión entre los que opinan que “la televisión da 16 vueltas al resto” y los que están seguros de que “la televisión está muerta”, donde surge una reflexión interesante. ¿Quién tiene razón? Y la respuesta, como sucede a menudo, es que un poco ambos. Vamos a analizar los dos puntos de vista.
[El medio más poderoso del mundo]
Nunca en la historia de la humanidad ha existido un medio tan omnipotente como la televisión. Su reinado ha sido, y aún es, tiránico. Según datos de 2020 de AIMC (Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación) 85 personas de cada 100 reconocen ver televisión cada día en España. Y este dato no ha bajado de 80 personas de cada 100 desde hace 40 años, con picos de 91 personas de cada 100 durante los años 90. Para hacernos una idea de este poder, el medio tradicional que más se le ha acercado es la radio con 62 personas de cada 100 en 2012 (ahora está en 55).
Pero este dato no es el más relevante. Ahora mismo, en España en 2020, se consumen 209 minutos de televisión al día de media. Casi 3 horas y media diarias. Y según el consenso general la televisión está en “horas bajas”. La realidad es que su consumo sí que ha disminuido: hace tan solo 8 años en España se veían de media más de 4 horas al día de televisión. Cuatro. Horas. De media.
Como ves en el la tabla, la comparación con el resto de medios tradicionales es ridícula. El que más se le acerca es la radio, que nunca ha alcanzado a ser ni la mitad que la televisión en lo relativo a tiempo de consumo diario. El resto está a años luz, 16 vueltas por detrás. Y esto no sólo sucede aquí: en 2020 en Inglaterra se han consumido de media unas 3 horas al día, en Estados Unidos cerca de las 3 horas y media.
La televisión tiene un poder e influencia muy difícil de alcanzar. Su audiencia es global, masiva y constante. Quizá el ejemplo más claro y reciente para ilustrarlo es este fantástico hilo de Joe Pompliano. En él explica que hace años que no se paga a los artistas que actúan en el descanso de la Super Bowl: se les recompensa con la mera exposición en la emisión más vista en televisión del año. Y estamos hablando de estrellas mundiales de la talla de Katy Perry, Justin Timberlake o Lady Gaga, que no necesitan promoción precisamente.
¿Por qué pueden permitirse no pagarles? Porque la aparición durante 15 minutos en televisión tiene unos efectos brutales en los beneficios de los artistas. Como muestra, las descargas de las canciones de Jennifer Lopez y Shakira aumentaron un 900% tras su actuación en la Super Bowl de 2020. Maroon 5 por su parte aumentó sus ingresos medios por espectáculo de 200.000 dólares a 1.7 millones después de su actuación en el Super Bowl de 2019.
Obviamente estos efectos tan notorios ocurren porque es un evento con una audiencia de decenas de millones de espectadores. Pero a otra escala, fenómenos similares ocurren en televisión cada día. El volumen de usuarios que ven TV y la cantidad de tiempo que aún hoy se consume, confirman que este medio está lejos de morir y que su poder sigue siendo enorme. Es comprensible que el CEO de un canal de televisión importante en España, que conoce las cifras, responda hablando de 16 vueltas de ventaja cuando le preguntan si la televisión va a morir a manos de las nuevas plataformas digitales.
[New sheriff in town]
La realidad es que la primera frase que he escrito sobre la televisión tiene trampa. Nunca en la historia de la humanidad ha existido un medio tan omnipotente como la televisión HASTA la aparición de internet. Es inútil negar que la red ha revolucionado la comunicación, la sociedad y el mundo. Y sus efectos son ya muy notables en las mediciones de uso diario.
Aquí está la tabla completa, donde se observa el asombroso crecimiento del consumo diario de internet en España. En menos de 10 años hemos pasado de menos de 1 hora a más de 3. Y esto no es lo peor para el resto de medios: claramente internet está creciendo en parte a costa de robar minutos a la televisión, la radio y los medios impresos. Y lo hace en gran medida porque es la primera vez que un nuevo medio de comunicación es capaz de englobar, casi sin fricción, al resto de ellos.
Observando la trayectoria parece claro que queda poco para que Internet supere a la televisión como el medio más consumido diariamente en España. Cuando se observa el desglose por edad, se ve perfectamente quien está manteniendo la televisión con un gran volumen de minutos y quien está lastrando el consumo diario de Internet.
El público mayor de 65 años ha vivido de pleno el reinado de la televisión y para ellos ha sido el medio de comunicación por excelencia (y lo sigue siendo). Pero para las nuevas generaciones ya no es así y poco a poco se ve reflejado en las cifras (todos los datos de AIMC son recogidos de personas mayores de 14 años). Es ley de vida que con el paso del tiempo (y la desaparición de su público más fiel), la televisión ceda el trono a Internet.
Esto supone un grave problema para su funcionamiento, ya que necesita grandes audiencias para existir. Producir televisión no es barato precisamente, y si cada vez la ve menos gente, habrá menos ingresos por anuncios, lo que ocasiona que haya menos dinero para producir, lo que ocasiona que la calidad sea peor, lo que ocasiona que aún menos gente la vea y vuelta a empezar. Como ves, un bucle negativo de difícil solución.
Aún así, hay que tener en cuenta que estos datos de consumo de Internet engloban todo lo que hacemos en la red, no solo la competencia directa a la televisión. Y esto ha tranquilizado durante años a los directivos de televisión, que no han visto el vídeo en internet como una amenaza directa. Obviamente saben, como todos, que hace tiempo que los youtubers son capaces de construir canales con millones de seguidores y cientos de millones de visitas. Pero seguramente no han considerado que Youtube sea un rival de la televisión, como no lo ha sido el cine o los videoclubs.
Pero eso ha cambiado con el auge de Twitch y las otras plataformas de video en streaming. Ya no son los vídeos cortos y en diferido los que acumulan audiencias enormes, sino contenido en directo, ininterrumpido durante todo el día. Y esa era la principal ventaja de la televisión respecto a los demás medios: su capacidad para hacer directo en formato vídeo de manera constante. Perdida esa ventaja competitiva, ¿qué pueden ofrecer? ¿Mejor producción? Eso es básicamente presumir de más recursos, algo que de que seguir perdiendo audiencia cada vez tendrán menos (e internet más).
Tras años de reinado en solitario, la televisión ve por fin un rival digno en el horizonte. Pero para su desgracia, ese enemigo tiene el potencial de contar con todos sus recursos y uno más: la interactividad. Y ahí de momento no puede competir.
[And the winner is…]
Si miramos los datos de 2020, la televisión está por delante. No diría que por 16 vueltas, pero sí tiene una ventaja considerable. El problema para los directivos de las cadenas es que esa distancia se está recortando a una velocidad mayor de lo que podría esperarse, algo que con la pandemia y una mayor inmersión digital seguramente se ha acelerado aún más. Pero siendo sincero creo que declarar un ganador no sirve de mucho. Me interesa más lo que puede aprenderse de esta tensión entre lo nuevo y lo viejo. Y principalmente son dos lecciones:
Las cosas tardan en morir mucho más tiempo del que creemos.
Taleb, en su libro Antifrágil, lo explica mucho mejor que yo.
“Si un libro ha estado impreso durante cuarenta años, puedo esperar que esté impreso durante otros cuarenta años más. Pero, y esa es la principal diferencia, si sobrevive otra década, se espera que esté impreso otros cincuenta años. Esto, simplemente, como regla, te dice por qué las cosas que han existido durante mucho tiempo no están "envejeciendo" como las personas, sino "envejeciendo" al revés. Cada año que pasa sin su extinción duplica la esperanza de vida adicional. Este es un indicador de cierta solidez. ¡La robustez de un artículo es proporcional a su vida!” Taleb
Cuando la televisión comenzaba a despegar, todo el mundo opinaba que sería el fin de la radio. Pero para sorpresa de muchos, 120 años después de su aplicación comercial está más viva que nunca. Y eso que se ha encontrado por el camino con otro “killer” como Internet. La televisión hace relativamente poco que llegó a su momento más álgido de consumo. Si hacemos caso a Taleb, a la caja tonta aún le queda mucha vida por delante.
Es difícil que un hombre entienda algo cuando su sueldo depende de no entenderlo. Esta maravillosa conducta humana resumida en una frase es de Upton Sinclair, un escritor estadounidense ganador del Premio Pulitzer. Desde que la escuché, no he parado de pensar en ella cuando me encuentro con ciertas dinámicas en empresas. Es realmente complicado convencer a alguien de algo cuando va en contra de sus propios intereses, más aún si pone en peligro su propio trabajo. ¿Qué esperas que defienda un CEO de una gran cadena de televisión tradicional? ¿Y de una empresa que extrae gasolina? ¿Y de Kodak? Y sobre todo, ¿Qué esperan los empleados de esas empresas, cuyo salario depende de que todo siga funcionando como hasta ahora?
Es muy fácil creer que los directivos son tontos, no ven venir el futuro y son atropellados por los innovadores. Un relato muy repetido en libros de éxito y charlas de 15 minutos. Pero la realidad es que mientras el CEO de Atresmedia defiende a capa y espada la televisión tradicional, su empresa está invirtiendo una cantidad de dinero considerable en su propia plataforma de streaming, AtresPlayer. Al igual que Kodak, que sabía que el futuro era la fotografía digital, invirtió en desarrollar cámaras digitales.
Pero una cosa es tener los datos y saber hacia donde irá el futuro y otra muy distinta es poder pivotar una compañía gigante hacia un nuevo negocio totalmente diferente, mientras intentas reconvertir a centenares de empleados, procesos y socios que ya no te sirven en ese nuevo camino. Por eso, mientras lo intentan, hacen declaraciones como “los carretes de fotografía le dan 16 vueltas a la fotografía digital”. Porque su sueldo, y el de muchos, depende de que sea cierto.
Este podía haber sido perfectamente el tema de la semana por sus futuras implicaciones en todo el mundo. Tras años de conflicto entre Facebook y los medios de comunicación de Australia, la red social ha tomado una decisión radical: va a impedir a todos los usuarios de la plataforma que compartan links de noticias de medios australianos. ¿El motivo? Los medios han conseguido presionar al gobierno para plantear un proyecto de ley que obligue a las plataformas digitales a pagar a los medios por todos los ingresos que les generan con su contenido. Por su parte Google, que también estaba incluido en esta futura ley, ha comenzado a llegar a acuerdos con diferentes medios para poder seguir haciéndolo. Un tema a seguir de cerca.
“Esta propuesta de ley nos ha dejado frente a una dura elección: intentar cumplir con una regulación que ignora las realidades de esta relación, o dejar de permitir contenido de noticias en nuestros servicios en Australia. Con el corazón apesadumbrado, hemos elegido lo último ". William Easton, director en Facebook Australia.
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2) Cuando un tema es complejo, una buena historia es la mejor ventaja
Morgan Housel es brillante explicando realidades complejas con historias. Y en su nuevo artículo lo vuelve a hacer: explica con buenas historias porque las buenas historias siempre suponen una ventaja. Parece un bucle, pero con sus ejemplos y su análisis se entiende a la perfección.
“Sucede lo mismo con Tesla. La compañía vale siete veces más que GM y Ford juntos, no porque haya construido un buen negocio, sino porque Elon Musk es muy bueno consiguiendo la atención de la gente. Clientes. Inversores. Seguidores de Twitter: les ha contado a todos una buena historia y la mejor historia gana.”
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Cada vez que Matthew Ball publica un ensayo en su blog, hay que reservar 30 minutos del día para leerlo con calma. En este caso disecciona con precisión el enorme poder de Apple e intenta explicar los motivos por los que la compañía de la manzana supone desde hace tiempo un freno a un internet libre y a una mayor innovación. Tim Cook y los abogados que defienden a Apple de las acusaciones de monopolio no estarán muy contentos si lo leen.
“Aunque ninguna empresa ha hecho más por impulsar los últimos 15 años de Internet, es muy poco probable que sus políticas actuales produzcan un ecosistema próspero y sienten una base sólida para el "próximo Internet". Más bien al contrario: Apple está inhibiendo este futuro Internet. Y lo hace a través de tasas, controles y tecnologías que no solo niegan lo que hizo y aún hace que la “open web” sea tan poderosa, sino que también ahoga a la competencia y prioriza los beneficios de Apple.”
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4) Redes sociales y Meme Stocks
Matt Levine sigue escribiendo sobre las consecuencias de GameStop en su columna de opinión en Bloomberg. Todos sus artículos son recomendables, pero éste en concreto es de lectura obligada. Matt intenta explicar lo que hay detrás del reciente auge de los “Meme stocks”, acciones de compañías que suben de precio porque muchos pequeños inversores se ponen de acuerdo para comprarlas. Detrás de muchas de estas decisiones no existe una razón financiera aparente: las compañías no tienen expectativas de mejorar. Simplemente invierten en ellas porque a todos les parece divertido hacerlo (o porque Elon Musk ha tuiteado sobre ello).
“Creo que es bastante obvio que Internet está reconfigurando las relaciones sociales de manera profunda, que todavía estamos en las primeras etapas de esta nueva configuración y en las etapas aún más tempranas de poder entenderlo. El dinero y el valor son artefactos derivados de las relaciones sociales; ¿Por qué no debería cambiar su significado a medida que las redes sociales modifican nuestros cerebros y nuestra sociedad?”
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5) Influyendo en el valor de futbolistas top desde el salón de casa
En sus 20 años de historia, la web Transfermarkt se ha convertido en el evaluador no oficial de los mejores jugadores de fútbol del mundo. Sus valoraciones se pueden encontrar en los informes anuales y las mesas de negociación de los principales equipos europeos. Pero, ¿quién está detrás de la web? ¿Son fiables sus datos? En este artículo cuentan su fascinante historia.
“Martin Freundl, el trabajador social que gestiona las estadísticas de la Bundesliga, dice que es "una locura" que los clubs profesionales se tomen en serio sus valoraciones. Se pone las manos en la cabeza y se ríe incrédulo. “Invierto un poco de mi tiempo libre en mi ordenador en casa, estimando precios. Y la industria del fútbol se toma en serio estas valoraciones. Es increíble. Solo soy un trabajador social, hago este trabajo en Transfermarkt por diversión y la industria del fútbol vale millones. Este contraste es una locura.”
Animación salida del futuro
Hay veces que, por casualidad, unes los puntos y descubres que el mismo talento se encuentra detrás de un buen puñado de cosas que te encantan. Y entonces te preguntas ¿cómo no me he dado cuenta antes? Eso es exactamente lo que me ha ocurrido con Alberto Mielgo, un animador español que era uno de mis artistas preferidos sin yo saberlo.
Alberto ha trabajado para Gorillaz, para la serie de animación Tron Uprising y ha dirigido y diseñado “The Witness”, seguramente el mejor corto de la antología de Netflix “Love, death and robots” creada por Tim Miller y David Fincher. Con este proyecto se llevó 3 Emmys: mejor corto animado, mejor dirección de arte y mejor animación. También participó en la creación del universo de la película animada de Spiderman “In to the Spiderverse”, aunque su relación con Sony no terminó del todo bien.
Ha sido este espectacular trailer para el videojuego “Watchdogs: Legion” el que me llevó a investigar quien estaba detrás de su creación y de esta manera descubrí a Alberto y todo lo que ya había visto de él. Su estilo, con marcado tono futurista y elementos extraídos del cómic, es único y deja huella.
Aquí puedes ver su web, en la que recopila gran parte de sus trabajos. Si te ha gustado su estilo y aún no has visto “The Witness”, corre a hacerlo. Lo vas a disfrutar.
Si tienes algún comentario o sugerencia puedes enviar un mail a:
mindtricksmail@gmail.com
Diseño: David Núñez