Hoy en Mind Tricks tenemos una ración doble sobre el futuro Zoom y de Disney, otra de la estrategia de Kentucky Fried Chicken durante la pandemia, algo sobre algoritmos que pueden predecir nuestro comportamiento y una pizca de travesuras: las de MSCHF y las de C.Tangana. Buen menú, ¿verdad?
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Travesuras
En octubre de 2019 un número limitado de Nike Air Max 97 personalizadas salieron a la venta online por 1.425 dólares. No eran unas zapatillas cualquiera, eran las “Jesus Shoes”: contaban con un crucifijo dorado en los cordones y 60 mililitros de agua del mismísimo río Jordan, bendecidos por un sacerdote e inyectados en la cámara de aire. Con ellas podías caminar sobre agua, literalmente.
En cuanto se anunciaron en la web, las “Jesus Shoes” se agotaron en cuestión de minutos. El propio Drake, el famoso rapero canadiense, subió a sus stories de Instagram que ya se había hecho con unas. Al poco tiempo ya aparecían en webs de reventa con precios superiores a los 4.000 dólares. El precio original de las zapatillas antes de ser personalizadas rondaba los 200 dólares, 20 veces menos.
Unos meses antes, en mayo de 2019, salía a subasta pública en internet un ordenador portátil llamado “La persistencia del caos”. El ordenador, un viejo modelo de Samsung con Windows 2008 como sistema operativo, tenía una particularidad: en su interior contenía 6 de los virus informáticos más peligrosos del mundo. Se calcula que entre todos han causado una perdidas económicas por valor de más de 95.000 millones de dólares.
El portátil había sido modificado para impedir que los virus de su interior pudiesen ser extraídos de cualquier forma y permitir así la venta de este objeto como una obra de arte. Tras una intensa ronda de pujas, el afortunado ganador se hizo con el preciado ordenador por la nada desdeñable suma de 1.340.000 dólares.
Finalmente a finales de junio de este año, una aplicación llamada “Finger on the app” aparecía en la App Store y en Google Play. “Finger on the app” proponía un juego muy sencillo: empezando el 30 de junio, la persona que más tiempo aguantase con el dedo en la aplicación se llevaba 25.000 dólares. Así de fácil.
Más de un millón de jugadores se descargaron la aplicación y aceptaron el reto. Los creadores se aseguraron de que nadie hiciese trampas o utilizase un bot para ganar. Tras tres días donde todavía quedaban 4 jugadores con el dedo en la aplicación, sus creadores decidieron detener el juego y premiar a estos 4 valientes que aguantaron 72 horas seguidas pegados a la pantalla. Cada uno se llevó 20.000 dólares.
Estas 3 travesuras son solo una muestra del trabajo de MSCHF, una fábrica de ideas con sede en Brooklyn que parece haber encontrado la fórmula mágica para diseñar virales sin descanso y convertir algunas de sus ideas en negocios muy rentables y otras en enormes generadores de atención.
MSCHF nace de la cabeza de Gabriel Whaley, un joven obsesionado con la cultura de internet. Con 25 años y tras pasar por Buzzfeed, funda MSCHF en 2016 como una agencia creativa digital que busca revolucionar la forma de hacer publicidad online.
"Creo que la publicidad pasa por tiempos complicados desde que aparecieron las plataformas. De repente ya no se trata de calidad y de contar historias, sino de enviar contenido constantemente e impactar a los consumidores en todo momento a través de Facebook y derivados.”
Gabriel Whaley
MSCHF comienza a trabajar para marcas creando acciones de marketing no convencionales, muy centradas en el mundo digital. Sus ideas buscan desde el principio generar conversación, ser controvertidas y alcanzar la viralidad por el poder del propio contenido. Algo muy complejo de conseguir de manera consistente, pero que MSCHF logra con aparente facilidad.
Pero en 2019 Whaley y su equipo deciden abandonar las marcas y la publicidad y ganar en libertad. MSCHF se orienta hacia ser simplemente un colectivo de generación de ideas. Su primer proyecto, “La persistencia del caos” que desarrollan con el artista digital Guo O Dong, consigue vender un ordenador lleno de virus por más de un millón de dólares. Ya no hay vuelta atrás.
MSCHF opta entonces por crear una web donde cada dos semanas se comprometen a lanzar una nueva idea o “drop”. Este modelo es similar al que utiliza la marca Supreme con enorme éxito, que consiste en presentar nuevos productos los jueves de cada semana. Con esta estrategia generan una sensación de anticipación por lo que vendrá que consigue visitas recurrentes a la web para descubrir las novedades.
Los “drops” de MSCHF son algo totalmente diferente cada vez. No existe una categoría establecida ni un tema en concreto. A veces ofrecen productos físicos que los usuarios pueden comprar, aunque en cantidades muy limitadas. Las "Jesus Shoes" son un buen ejemplo de ello. En otras ocasiones las ideas son más bien experiencias, como el caso de “Finger on the app” o Netflix Hangouts, una extensión de chrome que te permite ver Netflix en el trabajo haciéndolo pasar por una videoconferencia.
Hay algunos “drops” que están más cerca del arte como la subasta de “La persistencia del caos” o su última idea, “Medical Bill Art”: tres facturas reales de los cuidados médicos de tres personas convertidas en cuadros, que se venden por el precio necesario para pagárselas.
Las ideas de MSCHF combinan la broma adolescente, la transgresión, la cultura de internet y un poco de crítica social y anti-consumista. En cierta manera recuerdan algo a Banksy, pero al igual que él muchas veces acaban formando parte de lo que critican: al fin y al cabo no dejan de ser un empresa que necesita ingresos y que, de hecho, ha buscado y obtenido rondas de financiación por más de 11 millones de dólares.
Aún así el colectivo de Whaley parece consciente de su posición y su objetivo. Basta con leer las entrevistas a su fundador para ver como no se dan ninguna importancia, simplemente están aquí para divertirse y compartir esa diversión con los que quieran seguirles.
“No estamos necesariamente aquí para hacer del mundo un lugar mejor. (…) Pero creemos que tenemos la capacidad de transformar los productos y las experiencias que nos rodean en momentos inesperados de sorpresa y deleite.”
Gabriel Whaley
Mirado con cierta perspectiva, las ideas de MSCHF parecen ser la respuesta perfecta al momento actual, una guerra por la atención constante donde todos los bandos (marcas, medios, influencers) luchan desesperadamente por nuestro tiempo. Con el paso del tiempo gran parte del contenido en redes sociales y plataformas se ha transformado en un conjunto de tácticas, muchas de ellas extraídas del marketing directo, que únicamente buscan nuestro click para recaudar dinero con anuncios.
"Creo que la gente ha perdido una gran oportunidad en Internet. Si bien es un medio de distribución increíblemente eficiente para el contenido, nadie ha superado realmente los límites de Internet como medio para contar historias”.
Gabriel Whaley
Whaley y su equipo han optado por el camino contrario, por no obedecer las reglas: sus redes sociales no siguen a nadie y algunas son privadas. No publican prácticamente nada en ellas. Sus “drops” aparecen en su web con un diseño austero, con un simple contador de tiempo y una explicación sencilla. Nada de trucos, la idea en puro y poco más. Confían plenamente en su capacidad para crear y producir pequeños agujeros negros de atención gracias a su obsesión por la cultura de internet y su talento para convertirla cada dos semanas en una buena historia que contar.
MSCHF ha abrazado la travesura como mecha para contar historias y hacer dinero con ellas y hasta el momento ha tenido éxito. Ojalá les siga yendo bien y más agencias y empresas sigan su ejemplo.
1) ¿Cuál es el futuro de Zoom?
Zoom ha crecido de manera espectacular durante los meses de pandemia, gracias a ser uno de los mejores (sino el mejor) software de videoconferencia del mercado. Su valor en bolsa se ha disparado como consecuencia de su enorme éxito. Pero ¿cuál es su futuro? Packy McCormick hace un excelente análisis sobre Zoom y sus posibles caminos a seguir.
“Hoy eres el director ejecutivo de Zoom, Eric Yuan. Tu empresa ha obtenido cifras históricas gracias a tu firme foco en el cliente y a la calidad y viralidad de tu producto. Tu valor en bolsa está por las nubes. Pero los competidores te hostigan por todos lados y eres fácil de atacar porque no has construido fosos alrededor de tu negocio.
¿Qué vas a hacer para maximizar el valor para los accionistas a largo plazo?”
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2) La estrategia de Kentucky Fried Chicken
Si hay un sector al que el Covid ha atacado especialmente es la restauración. Los restaurantes y las cadenas de comida rápida han tenido que modificar su estrategia y adaptarse a la situación, algo siempre complejo en un contexto con tanta incertidumbre. De ahí que sea interesante analizar el caso de éxito de KFC, que ha sabido navegar la pandemia a la perfección. Este artículo de Shane O Leary lo explica muy bien.
“En resumen, este es un fascinante caso de estudio sobre "valentía creativa" que también parece estar dando sus frutos a nivel comercial. Una buena creatividad desarrollada en grandes medios, combinada con una comprensión de la ciencia del marketing y salpicada con la voluntad de ser atrevido, da sus frutos tanto a corto como a largo plazo.”
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El trato personal está regresando al mundo de la alimentación y la pandemia ha acelerado esta tendencia. Desde hace un tiempo, una nueva ola de empresas e influencers del mundo de la comida están construyendo su negocio en torno a que sepamos quiénes son, de dónde vienen y cuáles son sus principios. Ana Andjelic analiza este “nuevo localismo” en su fantástica newsletter.
“El giro masivo del consumidor hacia la cocina casera significa que el mercado de alimentos y bebidas se está reorganizando de acuerdo a las mismas líneas aspiracionales que la moda o el diseño. Un condimento de alta calidad es un lujo y una señal de conocimiento y gusto refinado. Pero también hay algo más. Comprar una salsa de Fly By Jing aporta además valor social al consumidor al apoyar a un fabricante real: un negocio independiente dirigido por una persona real con una vida real.”
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Scott Galloway señala en su blog sobre cómo los negocios que se basan en Rundles (Recurring Revenue Bundles) han prosperado durante la pandemia. Después analiza la oportunidad que se le presenta a Disney para crear un servicio de suscripción que englobe sus diferentes productos (Disney+, parques de atracciones, cruceros, merchandising) e incluso algunos nuevos. Muy interesante.
“Disney constantemente promete poco y entrega mucho, sin darse cuenta de que el camino de la Fuerza es prometer demasiado ("Tendremos 1 millón de taxis Tesla autónomos en la carretera dentro de 12 meses"). (…) Dicho de otra manera, Disney es el mejor contador de historias del mundo. Sin embargo, Disney Inc. es uno de los peores.”
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5) ¿Pueden los algoritmos predecir nuestro comportamiento?
Este artículo del Boston Globe afronta un tema espinoso: la fiabilidad de los algoritmos que buscan predecir el comportamiento humano. El diario recopila varios ejemplos y estudios que demuestran que a pesar de tener grandes cantidades de datos, los algoritmos no acaban de ser fiables para saber que haremos en el futuro. Y quizá sea mejor que continúe así.
“Estos hallazgos sugieren que deberíamos dudar de que el "Big Data" pueda predecir a la perfección el comportamiento humano (…). Incluso con datos detallados y técnicas de predicción sofisticadas, puede haber limitaciones fundamentales en la capacidad de los investigadores para realizar predicciones precisas. El comportamiento humano es intrínsecamente impredecible, los sistemas sociales son complejos y las acciones de los individuos a menudo desafían las expectativas.”
Demasiadas Mujeres
C. Tangana es un artista polarizante: muchos lo aman, muchos lo odian. Pero es difícil no reconocer su talento para atreverse a mezclar estilos e influencias diametralmente opuestas y conseguir que no sólo tengan sentido, sino que se conviertan en auténticos éxitos.
Demasiadas mujeres, su nuevo tema, arranca con una marcha de procesión de Semana Santa ("El amor" de Sergio Larrinaga), sigue con ritmos de rave y finalmente utiliza un sample de “Campanera”, el famoso pasodoble que Joselito interpretaba en “El pequeño ruiseñor”. Si esta descripción no te genera curiosidad, no se qué más puede hacerlo.
El videoclip tampoco deja indiferente. Está escrito, dirigido y producido por Little Spain (el proyecto de Santos Bacana) y parece querer reflejar la Castilla más tradicional con un estilo que bebe de Almodovar y Sorrentino. El pueblo que aparece es Aragoneses, en Segovia.
Como leí en un comentario de Youtube, “este tema es como si Kanye West hubiera nacido en Badajoz”. No se me ocurre mejor resumen.
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Diseño: David Núñez