Tremendo potencial
Newsletter #63 Viernes, 29 de Abril
Han sido unos días bastante intensos desde la última newsletter y los temas interesantes se han ido acumulando, lo que me ha hecho cambiar los planes varias veces. Al final no he podido resistir la actualidad y esta semana ha sido inevitable que el tema central vaya dedicado al terremoto que Elon Musk ha ocasionado en Twitter.
Además encontrarás lecturas sobre las malas noticias en Netflix, el estado de la publicidad en el mundo, los motivos por los que las marcas necesitan la fama y los efectos de las redes sociales en las democracias. Y en mi obsesión de la semana, la carrera de un genio atormentado.
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Tremendo potencial
Esta semana hemos comprobado en riguroso directo una representación de la eterna pregunta: ¿Qué sucede cuando un objeto inamovible se enfrenta contra una fuerza imparable? O lo que es similar ¿Realmente Twitter va a pasar a ser propiedad de Elon Musk?
La respuesta aún no está del todo clara. Matt Levine, que es el escritor de referencia para conocer todo lo que ocurre en el mundo de los negocios mientras te aguantas la risa por su irónica forma de narrarlo, ha dedicado su columna en Bloomberg de cada día de esta semana a intentar explicar qué está sucediendo realmente en este intento de compra. En síntesis es más o menos esto:
“Supongo que merece la pena decir que Elon Musk no es dueño de Twitter. No ha comprado Twitter por 54.20 $ por acción en efectivo. Ayer firmó un acuerdo para comprar Twitter por 54,20 dólares en efectivo. ¡Éste es un gran paso! Significa que probablemente terminará siendo dueño de Twitter dentro de unos meses más o menos. (Se espera que el trato “se cierre en 2022”; podría demorarse hasta seis meses). Pero aún no es el propietario. Por lo que, por ejemplo, todavía no puede cambiar nada sobre Twitter; no puede cambiar las políticas de moderación o abrir el código del algoritmo o traer de vuelta a Donald Trump, o lo que sea que te entusiasme o te preocupe, hasta que se cierre el trato.”
Matt Levine
Así que de momento ésta es la situación. Parece que Elon Musk acabará siendo dueño de Twitter y la compra se hará efectiva en unos meses, pero de momento no lo es. Y eso quiere decir que, aunque parezca improbable, todavía pueden torcerse las cosas para los que quieren al dueño de Tesla (y maestro del trolling) al frente de la red social. Y una de las cosas que pueden ponerlo todo patas arriba son los propios tuits de Elon.
En este caso en concreto Elon Musk critica abiertamente el supuesto sesgo de izquierdas de Vijaya Gadde, la actual directora jurídica y asesora general de Twitter, a la hora de moderar contenido. Y lo hace un día después de firmar el acuerdo de compra, que explícitamente especifica que Elon se compromete a no atacar a los actuales empleados de la red social.
Sí, éste es el mundo en el que vivimos en 2022. El (seguramente) futuro dueño de Twitter, una de las redes sociales más grandes del mundo, se dedica a criticar a sus futuros empleados delante de sus 88 millones de seguidores sin considerar las posibles consecuencias. No tiene pinta de ser la decisión más apropiada. Y tampoco se lo ha parecido a Dick Costolo, el ex-CEO de Twitter que estuvo al frente de la compañía durante 5 años.
Y sí, lo que comenta Costolo en su respuesta es cierto: alentados por el tuit de Musk, una horda de seguidores del CEO de Tesla se dedicaron a atacar a Vijaya en Twitter, algunos con comentarios racistas. Una buena muestra de como se generan las dinámicas actuales en esta red social, algo que su futuro nuevo dueño no parece tener en cuenta a la hora de tuitear.
Dejando a un lado este incidente, la sorprendente decisión de Elon Musk de formalizar la compra de Twitter ha tenido como consecuencia una auténtica avalancha de opiniones, análisis y predicciones. Dependiendo del medio elegido para informarte sobre el tema puedes leer desde que Elon Musk va a ser el auténtico salvador de la red social trayendo al fin la libertad de expresión para todos, hasta que será el fin de Twitter, que se convertirá en un pozo lleno de insultos, ataques y acoso (aún peor que el actual, entiendo).
Es muy difícil pronosticar lo que ocurrirá y como tiende a suceder, el futuro estará seguramente en un punto intermedio entre la salvación y el apocalipsis. Más interesantes que las predicciones me parece el plan de negocio: ¿Cómo pretende Elon desbloquear el tremendo potencial de Twitter que mencionó al anunciar el acuerdo de compra?
"Twitter tiene un potencial tremendo. Espero trabajar con la empresa y la comunidad de usuarios para desbloquearlo". Elon Musk
Hay que recordar que este capricho le ha costado a Musk 44.000 millones dólares, que ha reunido con cierto riesgo. Sobre todo porque gran parte del capital se lo han prestado los bancos tomando como aval un tercio de sus acciones de Tesla. Y también que Twitter no es conocida precisamente por ser una empresa muy rentable, con lo que a priori no va a recuperar rápidamente esta enorme inversión.
El plan para sacar todo el potencial a Twitter aún se desconoce, pero las primeras informaciones hablan de reducción de costes, es decir, despidos. También parece querer proponer un “plan de suscripción” algo que muchos expertos llevan barajando desde hace tiempo para Twitter. Nada muy revolucionario. Pero, y esto es quizá lo más relevante de todo, es muy posible que Elon no esté comprando Twitter para hacer dinero directamente de la empresa. Sino que piensa hacerlo utilizándola como palanca. De hecho lo lleva haciendo durante años. Matt Levine lo explica de nuevo mucho mejor que yo en esta entrevista en el New Yorker, donde le preguntan por los motivos que tiene Musk para comprar Twitter:
“El valor de sus empresas (Tesla, SpaceX) en el mercado se deriva en gran medida de las expectativas sobre cuánto dinero ganarán en el futuro, y no de cuánto dinero ganaron en el pasado. Y esas expectativas probablemente se ven favorecidas por tener un fundador carismático y ruidoso que hace muchas bromas online y es una especie de personaje de ciencia ficción, y se presenta a sí mismo como un personaje de ciencia ficción, y que atrae a las personas a las que les gusta esto haciendo bromas.” Matt Levine
En resumen: ¿Es posible que Elon Musk haya comprado Twitter para poder seguir influenciando el valor de sus compañías sin que nadie le supervise? ¿Es aquí donde ve el tremendo potencial y no en el rendimiento económico directo que puede obtener de la red social? Porque como él mismo reconoció en una charla Ted, un par de semanas antes del acuerdo, comprar Twitter:
“No es una forma de ganar dinero. No me importa la parte económica en absoluto.”
Elon Musk
El futuro responderá poco a poco a todas estas preguntas. Pero intuyo que no será la ultima vez que Musk y Twitter visiten Mind Tricks.
1) Malas noticias y cambios en Netflix
La otra noticia tecnológica de las últimas semanas han sido los malos resultados que ha presentado Netflix en este primer trimestre. El servicio de streaming ha perdido 200.000 suscriptores y lo peor es que estima que perderá dos millones más en los próximos tres meses. Estas malas noticias se reflejaron rápidamente en la cotización de la compañía, que cayó un 25% en bolsa tras el anuncio. Elena Neira hace un buen resumen de los motivos de este bajón en Business Insider y detalla las posibles medidas que vendrán en el futuro.
“Con un balance tan pesimista, Netflix ha tenido que plantear soluciones para calmar a los inversores. La sorpresa ha sido total cuando una de las medidas que se plantean a medio plazo es algo en lo que ha negado categóricamente estar interesado a lo largo de los años: lanzar una versión AVOD (suscripción más barata con publicidad). (…) El mantra de “darle al espectador lo que quiere” parecía incompatible con darle algo que abiertamente no quiere (los anuncios). Ahora, sin embargo, parecen más receptivos.”
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2) ¿A dónde ha ido la inversión en publicidad?
Benedict Evans escribe en su blog sobre el estado actual de la publicidad en Estados Unidos, aunque su artículo es aplicable a la mayoría de los países del mundo. Evans se pregunta de dónde viene todo el dinero que está haciendo crecer enormemente el negocio de publicidad de players digitales como Amazon (30.000 millones en ingresos por la venta de anuncios en su plataforma en 2021, más que Youtube) e intenta responder analizando como ha cambiado el sector en estos últimos 20 años.
“Más interesante es la disminución (de la inversión): la publicidad en EE.UU se ha reducido en un tercio. Esta es una combinación de que la publicidad en Internet es mucho más barata y mucho más eficiente por un lado, y por el otro de la transformación. Si un concesionario de automóviles solía comprar 20 anuncios en su periódico local, ahora paga un anuncio de búsqueda en Google (¿y cuántas personas pujan en su contra por "concesionario BMW San Francisco"?) y gasta el resto de su presupuesto en su propia web, lo que no cuenta como inversión en publicidad.”
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3) Porqué las marcas necesitan fama
Siempre es interesante escuchar a a Paul Feldwick, ex-director de planificación de marca en DDB a nivel mundial. Paul acaba de publicar un nuevo libro llamado “Why Does The Pedlar Sing?” en el que habla sobre como la publicidad y el entretenimiento han ido de la mano a lo largo de la historia. En esta entrevista en Contagious trata este tema y otro igual de importante: las razones por las que las marcas necesitan ser famosas y estar en la mente de la mayoría de la gente.
“La publicidad crea marcas mediante la creación de disponibilidad mental y afecto positivo, también conocido como fama y popularidad. Y lo hace cumpliendo cuatro condiciones. En primer lugar, creando algo que la gente quiera ver, leer o poseer, porque les da algún tipo de satisfacción. En segundo lugar, llegando a audiencias masivas. En tercer lugar, creando activos distintivos que anclen su marca de manera única en la mente de las personas. Por último, brindando al público formas de involucrarse activamente con la marca, hablar sobre ella, usarla, compartirla, discutir sobre ella y así crear difusión social.”
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4) Tik Tok, Instagram y el cambio en las recetas
Polygon ha lanzado este año “La siguiente generación de todo”, una sección donde escriben sobre todo lo que está cambiando en diferentes ámbitos gracias (o por culpa) de las nuevas tecnologías. En este caso tratan el tema de los cocineros que se dedican a crear y vivir de sus recetas. Si antes el negocio radicaba solamente en publicar libros de cocina de manera unidireccional, con la llegada de redes sociales como Tik Tok (o funcionalidades como Reels) se ha añadido una nueva vía: una comunicación interactiva con sus seguidores y un proceso mas colaborativo.
“Ahora que los chefs reciben notificaciones y pueden rastrear las publicaciones en las que han sido etiquetados, la distancia entre los creadores y los consumidores de recetas nunca ha sido tan estrecha. Los creadores pueden ver nuevas variantes, versiones veganizadas de sus recetas y nuevas combinaciones que encajan con su propuesta. Las recetas son más una calle de doble sentido, donde ambas partes pueden aprender algo en el proceso y todos tienen la oportunidad de expresar sus opiniones.”
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5) El impacto de las redes sociales en la democracia
El psicólogo Jonathan Haidt publicó hace unos días en The Atlantic un largo ensayo sobre las nefastas repercusiones que han tenido las redes sociales sobre las democracias. Es un artículo muy interesante, que repasa todo lo que ha ocurrido en EEUU desde su popularización y como el afán de crecimiento de las compañías tecnológicas generó unos incentivos perversos cuyas consecuencias se extendieron por el consumo de información, el debate público, la política y finalmente en los sistemas de gobierno. Un complemento perfecto para el tema de semana.
“Al volver a rediseñar todo en una precipitada carrera por el crecimiento, con una concepción ingenua de la psicología humana, poca comprensión de la complejidad de las instituciones y ninguna preocupación por los costos externos impuestos a la sociedad, Facebook, Twitter, YouTube y algunas otras grandes plataformas disolvieron la confianza, la creencia en las instituciones y las historias compartidas sin darse cuenta .”
La carrera de un genio atormentado
Esta semana santa he tenido tiempo de ponerme al día con algunas cosas que tenía pendientes y una de ellas era ver el documental sobre Kanye West en Netflix. La historia tras su creación ya es en sí misma sorprendente: hace veintiún años, Clarence 'Coodie' Simmons conoció a Kanye West cuando todavía no era famoso y vio algo tan especial en él que se mudó de Chicago a Nueva York para documentar su intento de convertirse en el próximo rapero de éxito. En aquel momento, ninguno de los dos tenía la más mínima idea de lo lejos que llegaría ese intento.
El resultado es este documental que, en 3 partes, cuenta mucho mas que los inicios de Kanye y su escalada al estrellato. Si bien comienza siendo una radiografía de un artista que intenta hacerse un hueco en el duro mundo de la música haciendo algo diferente en un género que no parece aceptarle, poco a poco se va transformando en algo mucho más grande. Tras el éxito abrumador de su primer disco, Kanye comienza un camino hacia la fama que le aleja de su amigo Coodie. Este último intenta mantener el contacto pero resulta difícil porque Kanye se convierte en un fenómeno mundial.
Durante años se pierden de vista, y Coodie contempla desde la distancia como su amigo triunfa más allá de lo que nadie imaginó. Pero también es testigo de como Kanye comienza a comportarse de manera cada vez más extraña y muchos fans y medios se vuelven contra él. Con el tiempo, West reconocerá que ha sido diagnosticado de bipolaridad y que necesita tomar medicación para tratarla.
En los últimos años Kanye y Coodie recuperaron ligeramente su relación y Coodie decide entonces terminar el documental, mostrando toda la historia: desde lo más brillante hasta los peores momentos. Muy pocas veces se puede observar el nacimiento y la evolución de un fenómeno mundial de una manera tan íntima, desde los ojos de un amigo. Muy recomendable, sobre todo si te gusta (o te ha gustado alguna vez) la música de Kanye.
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Diseño: David Núñez